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Generando una Auténtica Motivación Frente a la Pandemia

Estamos iniciando la segunda mitad del año 2020 y lo hacemos bajo muchos escombros y remanentes, los cuales han sido provocados por una serie de acontecimientos dolorosos, ya conocidos, en el panorama internacional y nacional; estos han minado la autoestima y confianza de muchas personas. Desearíamos tener mejores palabras para describir el transcurrir de un semestre azotado y depresivo, siendo su consecuencia inmediata también la depresión sistemática y consistente de los habitantes de todos los continentes. Depresión con una serie de manifestaciones que nos alejan de nuestra recuperación personal y social.

Lo que podemos observar manifiestamente, es una población rendida, agotada y debilitada. Es comprensible que predomine una mentalidad pesimista, derrotista y muchas veces, fatalista; en el mejor de casos, conformista. Con asomo de sonrisas, pero con profundos y marcados temores y heridas. El desasosiego es evidente con tímidas salidas tangenciales.

Pese a ello, lo que menos debemos hacer es sucumbir a lamentos inconsolables que no abonan en nada a nuestra reparación. Ciertamente las condiciones no son las más felices y el pronóstico continúa siendo nebuloso y cuestionable. Con todo y, sobre todo, es ahora cuando debemos desplegar una actitud y un comportamiento propositivo de mayor enfoque, a fin de desarticular uno de los principales factores que podrían contribuir a que los peores pronósticos se cumplan, es decir, nuestro propio proceder autosaboteador.

Lo fundamental es decidirnos por una actitud positiva y superior. Decisión totalmente personal, que no se condiciona en el exterior, sino que se formula desde el interior. Es la capacidad de decir con coraje “superaremos esto”, “no me venzo”, “continuaré y avanzaré, evitando formularlo como frases huecas, más bien, expresándolo con frases de acción, que se traduzcan en hechos. Aún hay mucho por recorrer y por hacer, más ahora, con tantos derrumbes a nuestro alrededor y los por devenir. He allí una verdadera oportunidad indeclinable y perfecta para desplegar nuestra fortaleza interior.

Precisamente, es cuestión de decisiones personales: elegir un sistema positivo de creencias o bien un sistema negativo; en el segundo usted tendrá sobre seguro un panorama pesimista y destructor. Por el contrario, en el primero, usted podrá generar una estrategia interior para ser optimista-realista y desde esa postura, que nadie puede alterarle, energizarse para iniciar la búsqueda de alternativas que le permitan remontar adversidades que ahora enfrenta. No intente superar dichas adversidades desde un marco de vida negativo, sería energía dispersa; siempre vería el obstáculo, pero no la mejor solución. Contrario a ese esquema, desde el positivismo maduro, usted podrá canalizar sus energías hacia senderos que le lleven a una mejor condición de vida. Obviamente habrá que transitar rutas agrestes y escarpadas, de eso no nos libramos, pero se hará con realismo, practicidad y valentía, lo que nos proveerá mayor enfoque y arrojo para no paralizarnos sino avanzar de forma constante.  

Decidirse por este sistema positivo de creencias, conlleva asumir una actitud proactiva, la cual es propositiva, responsable, influyente y hace uso de los caudales intrínsecos de cada persona.

Usted podrá exponenciar sus propios recursos al reconocerlos, valorarlos y, sobre todo, utilizarlos. Dese a la tarea de evaluar con qué dispone y cómo puede hacer uso de sus capacidades. Y al concretar el uso de sus herramientas personales, hágalo de forma entusiasta, capaz de centellear energía a tal grado que ilumine e impacte a los de su alrededor. No olvide que usted solo difícilmente logrará mucho, siempre se requiere de otros. A la batalla nunca se va solo.

Asuma la responsabilidad por su vida, olvide el asistencialismo y el “milagro” oportunista, hágase protagonista de su vida ahora mismo y resuelva qué hará, cuándo lo hará y cómo lo hará. Así comienza una sensación de autocontrol que progresará conforme alcance pequeños logros. De mantener la disciplina y la constancia, estará a las puertas de una realización mayor, ni siquiera provocada por el logro mismo de las posibles metas concebidas, si no por el hecho que usted ha retomado la conducción de su vida y ahora podrá dirigirla por rutas de crecimiento y progreso. Podría hasta sorprenderse y encontrarse que posiblemente modifique el rumbo para encausarse a una ruta perfecta de evolución.

No espere arengas de gritos y júbilos para sentirse motivado. Inicie por lo básico, sólo decídase y luego comience su batalla personal gloriosa. El nombre del juego es “vencer los obstáculos”; ahora ya dispone de algunos elementos que se le ayudarán a esa faena de todos los días.

“Siempre me siento feliz ¿Sabes por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, sólo vive intensamente. Antes de hablar, escucha. Antes de escribir, piensa. Antes de herir, siente. Antes de rendirte, intenta. Antes de morir, vive.” - William Shakespeare

En el día del médico, 14 de julio. Por los épicos combatientes que ofrendaron su vida y los que continúan su batalla por la vida de la humanidad.

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