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Gestión por Competencias en El Salvador

La certificación de competencias es realizada por organismos certificadores, siendo entidades que no tienen participación funcional en la capacitación  y la evaluación de los individuos a quienes certifica. La certificación se realiza a través de la acreditación previa de centros de evaluación o evaluadores independientes. La certificación tiene 3 momentos: 1) Acreditación de la competencia, validando cómo se ha construido la competencia y los elementos que la componen, según la definición adaptada al país o a un criterio uniforme por las instancias facultadas para acreditar. 2) Acreditación de las instituciones capaces de evaluar y facultadas para emitir un certificado. 3) Certificación de la persona que cumplió con los requisitos definidos en la competencia. Ahora bien, a falta de una entidad “nacional”, al interior de las empresas se podrían constituir instancias capaces de evaluar y certificar en competencias técnicas específicas, cuya validez por supuesto estaría circunscrita a la organización misma. El modelo aplicado en Inglaterra es un enfoque práctico y muy estructurado de la certificación de competencias.

La certificación implica necesariamente una actividad sólida de evaluación, la cual se entiende como el proceso que establece o no o el grado de presencia de determinada competencia en el desempeño laboral de una persona. Existen diferente métodos e instrumentos para la fase de evaluación, la cual se sustenta fundamentalmente en la recolección y análisis de evidencias que demuestren la competencia.

Seguir la pista en El Salvador sobre la Gestión por Competencias resulta un desafío, no obstante podemos observar que la concentración radica en la implantación de los diferentes modelos y metodologías, siendo el Análisis Funcional uno de los más utilizados, seguido del DACUM o bien la adaptación de competencias corporativas a las filiales locales. El interés mayor de los implicados en el quehacer empresarial se concentra en familiarizarse con el tema, implantar algunas metodologías y utilizar algunas competencias genéricas y adaptarlas en los sistemas y procedimientos de recursos humanos. El tema de la certificación se percibe embrionario. Algunos modelos propuestos de un sistema de normalización y certificación de competencias hacen referencia precisamente a la institucionalización de comités técnicos de normalización, centros de evaluación, centros de formación y certificadores; por otro lado, existen esfuerzos aislados por entidades dedicadas a la formación para la habilitación y que están orientados a la certificación de algunas competencias en el área técnica.

Habrá que continuar aportando para institucionalizar este modelo de productividad y desarrollo personal, considerando que posee los elementos potenciales para estimular la competitividad empresarial.

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